Wednesday, December 17, 2008

Nómada, encuentra tu mónada










Los pies en otra tierra: Poetas exiliados y transterrados
Conferencia literaria promovida por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla de las Angeles, México

Paul Hoover
Universidad del estado de San Francisco

traducción de María Baranda

Cuando nací, en 1946, la mayoría de las personas de los EUA vivían en granjas, y una granja de autoconsumo podía comprarse por la sorprendente cantidad de $400 dólares, que también era el costo de un coche nuevo. Antes de la Segunda Guerra Mundial, el porcentaje del producto interno bruto que se iba a la milicia era muy pequeño, y nuestro ejército tenía el tamaño del de Suiza. No existían las tarjetas de crédito. Mis padres jamás compraron nada a plazos. Pagaban al contado, como lo hacían la mayoría de las personas. Mi madre siempre hizo una gran hortaliza en los lugares en los que habitamos. Todo el verano subsistíamos de su producción de ejotes, maíz dulce, pepinos, lechugas, jitomates y fresas. Cuando alguna vez vivimos una breve temporada en el pueblo, donde ella no podía criar sus propios pollos, mi madre los compraba vivos y los mataba ella misma con un hacha y una estaca de árbol. Un día, los movimientos de un ave agonizante florearon el jardín de sangre. Después de eso, mi madre cubrió los desechos con una canasta de paja. Una vez al año, en el Día de la Madre, comíamos en un restaurant. Siempre era el mismo y yo siempre pedía lo mismo: pavo con puré de papas y salsa. Jamás comíamos carne en casa o fuera de ella porque, me parece, no podíamos pagarla. Por razones religiosas, no bebíamos, fumábamos, bailábamos, jugábamos o jurábamos.

La situación ha cambiado dramáticamente, pero no porque yo emigrara a otro país. Fue el país el que migró bajo mis pies, convirtiéndose en una tierra de descarnados centros comerciales, de restaurantes de comida rápida, de corporativismo, de deudas masivas de tarjetas de crédito, de culto a las celebridades, de guerras por ganancia y control mundial, de pérdida de los derechos individuales, de una constitución comprometida de los EUA, de un decreciente número de trabajo comunitario, de prestaciones para los jubilados, y de 50 millones de ciudadanos sin seguro social –usted dígalo, el cambio ha sido para peor. El complejo industrial-militar controla el país, con un gasto de 51% de su cartera anual, más del de todas las naciones del mundo puestas juntas. Consumidores en lugar de ciudadanos, nos hemos convertidos en productos cosificados (tristemente, no deificados) de la eterna máquina de felicidad capitalista. Me parece que esto es un exilio interno.

¿Qué tan distinta sería tu escritura si pudieras matar tus propios pollos y cavar tus propias tumbas familiares? ¿La palabra “postmoderno” tendría algún sentido? ¿Tu escritura estaría un poco más cerca del destino? Es imposible imaginarte fuera de la cultura; es lo que es. La tristeza o el júbilo que sientas por ello será parte de tu trabajo, tal y como el aroma del pino es parte del árbol. No importa qué tan lejos esté nuestro conocimiento de nuevas tecnologías, todavía somos quienes atestiguamos y ritualizamos en familia, enraizados en mitologías únicas y personales. La cultura nativa ofrece comodidades; la cultura de la comodidad ofrece miedo y deseo. Y porque está sustentada en la comodidad, la cultura popular norteamericana encierra el silencio y reverencia la ceremonia; el ruido y la velocidad ganan nuestra atención. Es por esto que la poesía es tan necesaria.

Mi libro, Poemas en español (2005), contiene poesía escrita en inglés como si lo estuviera en español. Por mucho tiempo he admirado la gran poesía modernista ibero-hispánica, desde Pessoa y Drummond de Andrade hasta Lorca, Vallejo, Neruda y Sabines. Su trabajo ha barrido, bailado, reído y penetrado. Por alguna razón, como un germano protestante idealista norteamericano criado en el medio oeste, me he sentido en casa con ellos. No hay ningún acertijo en esto. La poesía es nómada y busca su condición universal. Sería muy bueno, pero demasiado fácil, decir que todos compartimos el espíritu nativo de cultura, imaginación y palabras bien usadas. Pero queso no es lo mismo que cheese. Ni suena, ni se ve, ni sabe igual. Y simpatía no es lo mismo que sympathy. Sin embargo, la estética poética es aquella de la errancia y el descubrimiento. Nos resbalamos y nos deslizamos en nuestras palabras hasta que ponemos a descansar el significado en la forma del poema. Poco tiempo después, comienza a resbalar de nuevo. Apenas y ha leído Don Quijote y ya quiere recorrer los caminos de España con una lanza de júbilo en su mano. De todos los géneros literarios, la poesía es la que disfruta más la condición de migrante. Se revela en la metáfora; sus motivos son transformacionales. El soneto comenzó en Sicilia, el pantoum en Malasia.

Aquí hay dos ejemplos de Poemas en español:

El mundo como es
“todas estas cosas me las dijo el creador en Alabama”
–Sun Ra

¡Qué limpia palabra es mariposa!
Puede volar alrededor el día entero
y jamás enlodarse las alas.
Hace un sonido tan limpio cuando pasa por mí–
casi nada en realidad.

El lodo se extiende en el suelo, completamente indefenso
¿Quién puede respetarlo así?

Butterfly, mariposa
tan hermosa y tan loca,
como Blanche Dubois cuando era niña.
Aun Schmetterling
tiene una cadencia cercana a su ideal.

En mi boca se preparan
las palabras para el verano,
renovándose una y otra vez.

No es ninguna ciencia.
Todos saben sus nombres:
embankment y barranco,
ruidos y noises–
¡arrodíllense y recen!
Pasa una mujer hermosa
y, si insistes, un hombre también.
Palabras de carne y hueso.

¿Dónde están mi refugio y mi trampa,
a dónde van cuando las pienso?
Todo el día las palabras están en mí,
yendo y viniendo y significando,
por la tarde también.
Es el ir y venir del mundo.

Pero de noche, si sucede
que entro en ella,
no hay una sola palabra, ni siquiera seda,
para decir lo que pienso.
El sonido cae de mi boca
sin forma a nuestro alrededor.


Canción del conductor

Nunca llegaré a Danville, Ohio,
distante y solitaria Danville.

Carro negro, luna pequeña,
en el asiento trasero la cerveza.
Porque olvidé todos los caminos
nunca llegaré a Danville, Ohio.

En las llanuras, a través de Indiana,
donde también estuve solo.
Carro negro, luna amarilla.
Mi padre muerto me observa
desde la ventana de arriba.

Qué camino más largo desde California
y en qué coche más rápido–
invisible para el alma.

Más allá veo a la muerte moviéndose lenta en el camino.
Sé que tocaré su vestimenta
antes de que jamás llegue a Danville, Ohio.

Distante y solitaria Danville.


“Canción del conductor” es una apropiación directa del poema de Lorca “Canción del jinete”. Los poemas son paródicos, pero altamente serios, nómadas pero cercanos a casa. El poeta y traductor, Pierre Joris, escribe en Poéticas nómadas:

Lo que se necesita ahora son poéticas nómadas. Su método sería rizomático: el cual es distinto al collage, i.e., el rizoma no es un fragmento de la estética, el cual ha dominado la poética desde los románticos aun como transmografía por los modernistas primeros y segundos…. Una poética nómada cruzaría los lenguajes, no sólo los traduciría, sino que escribiría en todos o en cualquiera de ellos. (5)

Siguiendo a Deleuze y Guattari, Joris prefiere un sistema de errancia en lugar de uno enraizado, una búsqueda de nutrientes por parte del poeta como máquina deseante. El/La poeta es en sí mismo/misma su multiplicidad en un sistema en el cual “cualquier multiplicidad se conecta a otras multiplicidades por raíces terrestres superficiales de tal manera que forman o extienden un rizoma” (Deleuze y Guattari 1606).

Adorno ofrece un modelo más compacto: “Lo que aparece en un trabajo artístico es su tiempo interno… El lazo entre arte e historia real es el hecho de que los trabajos artísticos están estructurados como mónadas” (Adorno 126). En Pitágoras, la mónada es Dios; en música, es una sola nota, en el gnosticismo, el Principio de todas las cosas; en los Cuatro cuartetos “el punto quieto del mundo cambiante”. Una emigración nómada empieza con un punto en el mapa. La mónada existe antes del concepto de unicidad, porque en la mónada no existe la diferencia. Primero está la mónada (el todo), después lo mucho, después el deseo (lo nómada) crea el trabajo artístico, el cual está estructurado como una mónada. La mónada se mueve pero en un punto muerto.

Poemas en español son una traducción de ese tipo. También recientemente produje un manuscrito llamado Soneto 56, que consiste en 56 versiones (traducciones) de ese soneto de Shakespeare. Presento el original y dos traducciones. El Sustantivo más Siete (N + 7) es un juego de escritura inventado por Jean Lescure de Oulipo, acrónimo en francés del Taller de Literatura Potencial. El cual consiste en reemplazar cada sustantivo en el original por el séptimo encontrado en el diccionario. Haikuzación es convertir el original en un haiku. Por ejemplo, se podría “haikuzar” la novela La guerra y la paz.

Shakespeare

56
Recupera tu fuerza, dulce amor, que no se diga
Que en el borde hay menos calma que el deseo
Que aunque hoy el alimento se mitiga
Mañana ya se afila con su habitual anhelo.

Así, amor, sé tú y aunque hoy tus ojos calmes
Con el hambre, haz que se cierren con hartura,
Vuelve a mirar mañana, y ya no mates
La esencia del amor con la pereza que perdura.

Deja que esta triste pausa sea como el mar
Que separa una playa, donde dos recién unidos
Van a diario a ver la orilla y cuando van

Vuelve el amor y su visión los hace aún más bendecidos:
Llámalo, así, invierno, que lleno de cuidado
Hace al verano próximo, tres veces más raro y más deseado.


Sustantivo Más Siete

Recupera tu plan, dulce mofa de amor, que no se diga
Que en el redactor hay menos calma que el calamaco
Que aunque hoy el sentido se mitiga
El modo ya se afila con su habitual tizoncillo.

Así, mofa de amor, sé tú y aunque hoy tu ojeada calmes
Con el aperitivo, haz que se cierre a rienda suelta,
Vuelve a mirar matutina, y ya no mates
Lo brioso del amor con el signo que perdura

Deja que esta tristeza entremezclada sea como el ocre
Que separa un tronco, donde dos recién unidos
Van a diario a ver al carcelero y cuando van
Vuelve la mofa del amor y su guarda los hace aún más bendecidos:

Llámalo, así, fruta prohibida, que llena de enfado
Hace a la malformación el molde, tres veces más raro y más deseado.


Haikuzación

Recupera tu fuerza, amor
Que en el borde hay menos calma que
La afilada mañana.


Fuentes

Adorno, T. W. Aesthetic Theory. London: Routledge & Kegan Paul, 1970.

Deleuze, Gilles and Guattari, Felix. “A Thousand Plateaus: Capitalism and Schizophrenia.” In The Norton Anthology of Theory and Criticism, ed. William E. Cain, et al (W. W. Norton, 2001): 1601-1609.

Joris, Pierre. Nomad Poetics. Middletown, CT: Wesleyan University Press, 2003.

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