Friday, June 27, 2008

Lisbon Story


Had a wonderful time visiting Argentina August 6-11, 2007, spending one night in Buenos Aires as the guest of Esteban Moore, followed by a bus ride to Rosario in the interior, along the Parana River. Along with Maria Baranda and Victor Toledo of Mexico, Christian Utz of Switzerland, Kornelijus Platelis of Lithuania, and others, I was an invited presenter at Semana de las letras y las lecturas, an international poetry conference. A long poem of Maria's, "Letters to Robinson," translated by Joshua Edwards, appears in the current Chicago Review (Barbara Guest special issue). As wide at some points as 60 kilometers, filled with islands and cattle standing in its water to graze, the Parana is the source of a fish called the boga, filets of which are speared with round metal bars and cooked vertically over an open fire. In order for me to present effectively to a mostly Spanish-speaking audience, Esteban translated some of my Poems in Spanish into Spanish (they were written in English, but in the style of Spanish language poets like Lorca, Sabines, Vallejo, and Neruda). Here are two of the translations and a picture of Esteban. The first, "Lisbon Story," is based on a scene in the Wim Wenders movie in which the main character, a German sound engineer named Winter, listens to the fado music of Madredeus. The second poem is "Driver's Song," based on Lorca's "Rider's Song." Esteban was a friend of Borges and has a black and white photo in his office of the two walking together in the 1970s. "La canción del conductor" also appears in Esteban's new book, El avión negro, Papeltinta Ediciones.

La historia de Lisboa

Estate quieto — una sombra está cantando.
Una sombra sobre una pared amarilla
canta acerca del tiempo,
y un hombre se apoya como el tiempo
sobre una pared azul.
Pero es una sombra la que canta
su corazón tendido en la distancia de la noche.

Más allá de esta habitación en el mundo,
los sonidos del mundo pasan.
Todas las vidas, todas la ciudades, plenas de sonidos.
Una mujer canta acerca de ellos.
El río y su canción
penetran el mundo.

Una sombra mueve su boca . . .
lírica de la distracción, una separación lírica
del mundo y el tiempo, pensamiento y mente.
Sombra sobre la pared — amarilla —
donde el hombre azul escucha.

La casa sobre la calle, oscura,
pequeña, angosta, oblicua, calle en la ciudad
pequeña como la pequeñez de las calles,
el sonido de pájaros en vuelo, el sonido del papel.
El sonido de cuchillos afilándose, veloces,
y perros que levantan sus patas, gruesas,
y la niña que deja caer su muñeca.

El hombre azul escucha al mundo haciéndose a sí mismo -
Un zapato creando distancia, click,
y la nieve sobreviviendo apenas,
sobre el terreno que ha elegido, desapareciendo.
Un mundo como sombra pasa.
Pero en la habitación amarilla,
una mujer, buena moza, está cantando, finalizando,
la habitación y sus sonidos ... son oscuros.

- Versión de Esteban Moore


La canción del conductor

Nunca llegaré a Danville, Ohio,
la lejana solitaria Danville.

Automóvil negro, luna pequeña,
en el asiento trasero, cerveza.
He olvidado las rutas y caminos
nunca podré llegar a Danville, Ohio.

Sobre las planicies, a través de Indiana
allí donde conocí la soledad.
Automóvil negro, luna amarilla.
Desde una alta ventana mi padre
vigilante me observa.

Sí, que lejos estoy de California
sí y en un automóvil que es tan veloz-
invisible al alma

En la distancia veo a la muerte moviéndose lentamente sobre el camino.
Sé que podré acariciar sus velos
incluso mucho antes de que pueda llegar a Danville, Ohio.

Danville, distante y tan solitaria.


- Versión de Esteban Moore